Si coges una cerilla y la acercas a una vela, esta se enciende, ¿verdad?
Y si esta misma cerilla la acercas a un cartucho de dinamita, ¿qué pasa? Que explota...
He oído miles de veces la palabra "adolescentes" en bocas de personas que ya han pasado esta etapa. Y hablan de tal manera, que a veces me cuesta creer que ellos también tuvieron nuestra edad, que también se sintieron como nosotros. Se nos asocia con muchas cosas, supongo que pocas veces con cosas gratas, y parece que no se dan cuenta. No se dan cuenta de que somos material inflamable, somos como dinamita pura, no sé dan cuenta de que podemos explotar en cualquier momento...
Y cuando hablo de explotar, hablo de que nuestros sentimientos exploten. Si me preguntasen en ciertos momentos qué es lo que siento o cómo estoy, os aseguro que no sabría como contestar. No lo sabría, porque a veces ni si quiera yo misma lo sé. No lo sabría, porque a veces siento tantas cosas a la vez que no sé cómo me siento. No lo sabría, porque a veces simplemente no lo sé describir. Y precisamente este, es el mayor problema de nosotros.
Nuestro mayor problema es que no sabemos que nos pasa en cada momento, y esto nos lleva a sentirnos incomprendidos. Obvio que nos sentimos incomprendidos, porque nos sentimos vacíos, raros y extraños pero, al no saber por qué ni cómo explicarlo, es imposible que alguien nos entienda. O al igual si nos entendemos entre nosotros, pero no nos creemos. Siempre pensamos "bah, que va a saber este, si no está en mi situación. No sabe lo que siento, no tiene ni idea de nada". Y en el caso de que nos creamos que nos entiende, no nos sirve de nada, y no nos sirve por un simple motivo: tampoco saben explicarnos como están, ni el por qué de esos sentimientos tan diferentes y frustrantes, del por qué de ese vacío sin razón aparente, no saben decirnos algo con los que nos sintamos 100% identificados. Así que estamos en las mismas.
¿Pero sabéis qué? Este mundo tiene muchas maravillas ocultas, y otras muchas más que no están tan ocultas... Y una de las maravillas del mundo no son los libros, son lo que nos hacen sentir los libros. Y descubres que en los libros está justo lo que "buscas", descubres, que sí que te puedes sentir comprendido, y de alguna manera u otra, ya no te sientes tan raro a todo lo demás. Cuando por ejemplo, lees perlas como estas:
"Hay veces que, cuando decimos algo, sólo oímos silencio. O ecos, como si estuviéramos gritando en nuestro interior. Y eso puede resultar muy solitario. Pero sólo sucede cuando no nos hemos molestado en escuchar de verdad. Eso significa que no estábamos listos para escuchar. Porque siempre que hablamos suena una voz. Y es el mundo, que responde." -Cartas de amor a los muertos, Ava Dellaira. Página 333, segundo párrafo.
"Recuerdo haber llegado a un mundo donde las tormentas eran tristes, donde los años pasaban y los meses no gritaban su nombre, donde las habitaciones eran blancas y los sueños llegaban descalzos y despeinados a Ninguna Parte. Era un mundo muerto donde las madres no reconocían a sus hijos, besar era un secreto, y la vida, ese terreno resbaladizo donde el odio recae sobre lo que somos sin miedo. Era un mundo muerto que ni si quiera tenía ese espíritu bohemio o tempestuoso que, finalmente, puede resultar atractivo para meláncolicos, borrachos o, cantautores de nostalgia entretejida." -El Chico de las Estrellas. Página 1. Primer párrafo.
"Recuerdo haber llegado a un mundo donde las tormentas eran tristes, donde los años pasaban y los meses no gritaban su nombre, donde las habitaciones eran blancas y los sueños llegaban descalzos y despeinados a Ninguna Parte. Era un mundo muerto donde las madres no reconocían a sus hijos, besar era un secreto, y la vida, ese terreno resbaladizo donde el odio recae sobre lo que somos sin miedo. Era un mundo muerto que ni si quiera tenía ese espíritu bohemio o tempestuoso que, finalmente, puede resultar atractivo para meláncolicos, borrachos o, cantautores de nostalgia entretejida." -El Chico de las Estrellas. Página 1. Primer párrafo.
Y es justo cuando lees cosas como estas, cuando te das cuenta de que no estás solo en entre tanta multitud. Porque otros de nuestros mayores miedos es justamente la soledad. Nos damos cuenta de que hay gente que nos entiende. De cierta forma, nos sentimos aliviados al sentirnos identificados. Aliviados no es la palabra, pero no sé como definirlo exactamente, es una especie de "gracias, pensaba que era la única y me estaba volviendo loca".
-Primer motivo por el cual todos deberíamos leer: los libros son uno de nuestros tesoros, y cuando sentimos unos incomprendidos, nos demuestran que no estamos solos en nuestros sentimientos desordenados.
Tenemos otro gran problema... Nos agobiamos con demasiada facilidad. Nos estresamos, a veces no podemos con todo a la vez. A lo mejor es porque se nos piden cosas que no somos capaces de hacer, o que nos exigen demasiado y al igual no se dan cuenta de que aún no somos adultos del todo. Pero en infinitas ocasiones no podemos más. Nos supera la vida en si. Es muy frustrante sentir como te ahogas poco a poco, intentando subir a la superficie para poder respirar pero volviendo a hundirte cada dos por tres. Y aquí viene nuestra segunda fascinación, cuando podemos sumergirnos en otro mundo que no es el nuestro. Lo gratificante que es meterte en otro mundo totalmente ajeno a tu vida, a tus problemas, a tu oscuridad. Dejando las frustraciones de lado y entrando en otra vida, en un lugar totalmente diferente y paralelo al tuyo que te hace conocer sitios en los que nunca antes habías estado, metiéndote en un mundo que consigue hacerte olvidar el real, despejarte durante ese rato que tienes el libro en las manos.
-Segundo motivo por el cual todos deberíamos leer: En una vida tan estresante como la que llevamos, a veces necesitamos alejarnos de todo y sumergirnos en otra vida. Y qué mejor forma que hacer esto, que leyendo.
Somos más sencillos de lo que parece, pero a veces muy contradictorios. En ocasiones necesitamos dejar de llorar y demás y sumergirnos en otro mundo... Y en otras, lo que necesitamos, es llorar. Desahogarnos, pero no podemos. Seguro que conocéis la sensación de agobio, las ganas de querer llorar porque lo necesitáis para quitaros ese algo que no sabéis muy bien qué es de encima, pero no os salen las lágrimas. O simplemente tener ganas de llorar, porque sí, sin necesidad de estar agobiado o cualquier otro motivo aparente, también nos pasa. Porque no sé a vosotros, pero a mi no hay cosa que me guste más que descubrir algún libro nuevo y de repente llorar por lo que está sucediendo.
"Me llamo Hazel Grace Lancaster, y Augustus Waters fue el gran amor de mi vida. Nuestra historia de amor es épica y la verdad, dudo que pueda formular más de una oración sin romper en un mar de lágrimas. Como en las verdaderas historias de amor, la nuestra morirá con nosotros, como debe ser.
Tenía la esperanza de que fuese él quien hablase en mi funeral...
No hablaré de nuestra historia de amor porque es muy duro. Así que, en vez de eso, hablaré de matemáticas. No soy matemática, pero sí se una cosa. Hay una infinidad de números entre el 0 y el 1. Está elpunto 0.1, 0.01, 0.0001... y una infinita colección de otros. Y claro, hay una infinidad de números más entre el 0 y el 2 o, entre el 0 y un millón. Algunos infinitos son más grandes que otros infinitos. Y quiero más números de los que me tocarán. Y... quiero más días para Augustus Waters de los que tuvo. Pero Gus... Mi amor, no tienes ni idea de lo mucho que agradezco nuestro pequeño infinito. Espera un segundo, tú me has dado una eternidad en esos días contados. Y por eso estoy eternamente agradecida. Te amo con toda mi alma". -Bajo la misma estrella.
Tenemos que reconocerlo. A veces somos masocas, y necesitamos saber que hay cosas peores en el mundo, o simplemente necesitamos un poco de sufrimiento.
-Tercer motivo por el cual todos deberíamos leer: Aunque suene raro, a veces necesitamos llorar pero no nos salen las lágrimas. Los libros tienen el poder de nublarnos la vista hasta ver borroso y, a veces, a parte de que es necesario, nos encanta.
Ya lo he dicho, somos adolescentes. Y parece ser que no tenemos puntos medios. Ya lo he mencionado anteriormente, tenemos muchos sentimientos. Pero esto no nos sucede siempre. ¿No os pasa que, a veces, parece que no sentís nada? Es como que os da igual todo, y parece que no estáis hechos para sentir. Quiero decir, es como estar vacío totalmente, vivir en algo constante que no tiene fondo. Vivir en algo en lo que te has acostumbrado tanto que no consigues ver el umbral de si eso son sentimientos realmente o simplemente es algo que te da igual. Para ser honesta, esa sensación es una mierda. Parecemos máquinas y, necesitamos saber que sentimos y que no somos monstruos. Y los libros son capaces de hacernos sentir ira, dolor, frustración, tristeza, rabia, angustia. Y también los libros son capaces de hacernos sentir alegría, pasión, amor, nervios, tranquilidad.
-Cuarto motivo por el cual todos deberíamos leer: En momentos de desesperación porque parecemos muertos en vida, los libros nos hacen reaccionar. Nos hacen sentir. Y lo más importante, nos hacen sentir, en muchas ocasiones, lo que es la libertad.
Podría mencionar más motivos por los cuales deberíais leer. Os podría decir, simplemente, que es divertido. Pero considero que las pequeñas cosas (y algunas grandes también) deberíais descubrirlas vosotros mismos. Porque yo os he puesto MI opinión y lo que YO creo que es más importante, pero cada persona es un mundo totalmente distinto.
Me gustaría comentar una cosa más. Es cierto que a veces la educación no hace las cosas bien. Que nos ponen clásicos que no somos capaces de asimilar aún, como la Celestina. Yo tuve que leérmela el año pasado, y no creo que todos estuviésemos preparados para entender la complejidad de los personajes. Pero la mayoría ni si quiera le dieron una oportunidad al libro, y se trata de encontrar una motivación del por qué leer, y por qué leer ese libro. Quiero decir, página 112, segundo párrafo, La Celestina:
"Maestra de hacer aceites y de hacer virgos. Los virgos, unos se hacían de vejiga y otros curaban de punto, tenía unas agujas delgadas e hilos de cera encelados. Hacia con estos maravillas."
Tal cual, se dedicaba a devolverles la virginidad a las chicas. Remediaba amores.
Con esto lo que quiero decir es que no es tan difícil que nosotros leamos. En algunos casos, como en este, lo único que hay que hacer es dar otro punto de vista. Y puedo asegurar que a veces lo único que nos hace falta es tener un poquito de motivación y de intriga, lo demás está hecho.
Somos un cúmulo de emociones, o somos un vacío del que no podemos escapar. Pero no hay nada que no se pueda remediar y los libros, nos pueden provocar, eso que tanto ansiamos de verdad.
La magia sí que existe, lo único que necesitamos es saber que es verdad que podemos "huir" del mundo real. Lo único que necesitamos son instrumentos como los libros, instrumentos, que nos ayuden a descubrir sentimientos, lugares y personas mágicas, especiales y en ocasiones, esenciales.
Aprender es necesario. Y en ocasiones estamos hartos de aprender siempre de los mismos, de nuestros padres, de nuestros profesores... Nos gusta cambiar, y nos gusta aprender con cosas nuevas. Porque lo nuevo nos encanta y nos llama llama la atención. Y tengo que reconocerlo... me estaba resistiendo, pero al final lo voy a poner. Con los libros se aprende. Y no sólo se aprende a escribir, a expresarse y a tener un mejor dominio de la lengua. Se aprende nuevas salidas. Nuevas salidas para diferentes situaciones que podamos llegar a tener. Y con los libros se aprende de los personajes. Sus maneras de ver la vida, de reaccionar, de sentir.
-Quinto motivo por el cual todos deberíamos leer: Aprendemos algo bueno de cada historia. Cogemos sus errores y sus aciertos. Nos construyen como personas. Pasan a formar parte de nuestra vida.