miércoles, 7 de junio de 2017

DEMETER

En una de mis entradas hablé sobre Hera. Y, en esta, tengo pensado hablar sobre Deméter.
Deméter para los griegos, Ceres para los romanos, es la diosa de la agricultura. Así como Hera, es hija de Cronos y Rea, primera generación de Olímpicos y hermana mayor de Zeus.

Como sociedad agrícola y ganadera, en Grecia se la adoraba ya que, era de ella de quien dependía que las cosechas prosperasen y los animales no murieran. Vamos, que sin ella, no había vida.

En algún momento, Deméter se quedó embarazada de Zeus (pasemos de darle protagonismo al Señor de los Olímpicos) y tuvieron a Perséfone. Cuando creció, Perséfone estaba recogiendo flores mientras era vigilada por las ninfas/oceánides, pero se alejó de allí. Al ir a coger un lirio/narciso, de debajo de este apareció Hades, señor de los infiernos. Hades, impresionado por su belleza, decidió que sería muy romántico raptarla, a pesar de los forcejeos y gritos por parte de Perséfone. Se la llevó a su guarida sin que "ningún hombre" bajo el Sol lo viera. Deméter escuchó el grito de su hija, pero no la encontró por ningún sitio, ni las Ninfas, ni los mortales, nadie había sido testigo de lo que había pasado. Absolutamente nadie sabía quién se la había llevado, ni a dónde. Solo algunos habían escuchado el grito.
Durante 9 días y noches, Deméter se dedicó a buscar a su hija por la tierra y por el cielo, sin descanso. Al fin dio con Hécate (o esta la acompañaba, según la fuente), que le dijo que si nadie "bajo el sol" lo había presenciado, debía preguntarle a este mismo. Hermes, al ver la furia, de la madre, le dijo la verdad.
Zeus, su hermano y padre de su hija, había prometido a Perséfone a Hades, dando su aprobación para que la raptase y la llevara a sus dominios. Llevando su hoz dorada (una especie de espada que era de oro), Deméter fue a cantarle los 40 y le pidió que le devolviera a su hija.


Pero Zeus ya había dado su palara, y no se podía hacer nada. Entonces, Deméter abandonó el Olimpo, desatendiendo a sus deberes como diosa de la naturaleza. Y, marchitada su belleza y despojada su divinidad, se fue a vagabundear por el mundo de los mortales, con la apariencia de una anciana cansada de caminar, se sentó en una piedra de Eleusis, que a partir de entonces recibiría el nombre de "piedra de la tristeza". Allí se la encontraron los parientes del rey Eleusiano, a quien acabó sirviendo como nodriza de su hija Triptolemo. Apiadándose del escuálido recién nacido, por las noches le daba de mamar ella misma para hacerle inmortal. Su madre, Metanira, lo descubrió y asustada, interrumpió el proceso. En ese momento, Deméter reveló su divinidad, exigiéndole que se eligiera un templo a su honor y se instalara su culto en Eleusis. Además, le proporcionó semillas a Triptólemo.

Qué clase de padre tienes que ser para vender así a tu propia hija, dejando que le raptasen, sin hacer nada al respecto, dando su permiso. Y luego todos aman a Zeus, oh imperioso Zeus. Siempre quedan como las malas las muejres, porque todos tienen poder sobre nosotras. Es el patriarcado, saben que mandan, y se aprovechan de ello. 

Me gustan las diosas del Olimpo, porque siempre son más fuertes de lo que parecen,



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